
Constelaciones Familiares
Un método de psicoterapia para la solución de conflictos en los sistemas humanos
Cuando la prosperidad no es un asunto individual
Por Lic. Pamela García Estanga
Se estima que la mayoría de los problemas psicológicos que nos afectan a todos vienen de nuestra historia y relación familiar. Es fácil de comprender, ya que toda persona forma parte de un sistema familiar por el que tiene un fuerte sentimiento de pertenencia.
Muchos conflictos que parecen ser individuales suelen tener una raíz sistémica. Por eso muchos de los comportamientos actuales de una persona no son explicables desde su situación actual, sino que se remontan a vivencias de sus padres o antepasados.
Osho expresó: “La mitad de tu ser consiste en tu madre, la mitad de tu ser consiste en tu padre, tú estas aquí por ellos, todo lo que te está ocurriendo es en cierto modo por ellos”.
Thich Nhat Hanh (Maestro Zen) sostiene que la felicidad no es un asunto individual: ”Todos nuestros antepasados y todas las generaciones futuras están presentes en nosotros. La liberación no es un asunto individual. Mientras sufran los antepasados en nosotros, no podemos estar felices, y transmitiremos ese sufrimiento a nuestros hijos y a sus hijos.”
Y también coincide Bert Hellinger (Psicoterapeuta alemán, ex-sacerdote misionero en Sudáfrica, creador de la terapia de Constelaciones familiares) al afirmar que: “Un hijo no encuentra paz ni prosperidad si no está en paz con sus padres”
En una de sus visitas a la Argentina, Bert Hellinger dio una conferencia titulada: “Todos los hijos son buenos y sus padres también”, donde confirma: ”Yo reflexiono mucho sobre el movimiento del espíritu, y he observado que los movimientos del espíritu siempre van en la misma dirección: unen aquello que antes estaba separado, y lo ponen en una vibración”.
Nos trae una nueva y más amplia mirada al revelar que hay un alma mayor que nos abarca y busca la armonía, la integración y la reconciliación: -“Una de las grandes experiencias de las constelaciones familiares es que estamos unidos a muchas personas al mismo tiempo. Cuando los padres miran a su hijos y dicen tú, no ven con quién está unido ese hijo con amor mucho mas allá que los padres, por ejemplo: el hijo está unido con un amor muy profundo con hermanos que no viven, que han sido olvidados, y está unido también con amor profundo con otras personas de la familia de los padres a quienes tampoco recordaron los padres.”
Hellinger dice: “Los miembros de una red familiar se encuentran vinculados como si fueran una comunidad unida por el destino." Explica las leyes que rigen el sistema familiar, las denomina los Órdenes del Ámor. Dice que hay un orden mayor al que estamos sujetos, sobre el cual deben basarse las relaciones humanas para que sean sanas. Menciona una regla muy importante: “La ley del Número completo”, que dicta que una persona logra la plenitud si puede honrar e incluir a todos sus familiares (esto contempla por igual a los vivos y a los muertos). Cuando el sistema familiar esta en sintonía con los Órdenes del Amor, la energía amorosa puede fluir y vibrar de forma saludable.
Cuando se contradicen estos principios se altera la armonía en la red y pueden crearse identificaciones e implicaciones trágicas entre sus miembros, por ejemplo: Un amor interrumpido hacia uno de los padres, un integrante de la familia que murió tempranamente, o si alguien fue excluido, son algunos de los episodios que pueden desequilibrar a un sistema familiar.
Frecuentemente las consecuencias de estos sucesos causan trastornos en miembros de generaciones posteriores.
Otra ley que ordena las relaciones familiares vela por que todos tengan el mismo derecho de pertenecer a su grupo de origen.
Si esto no se respeta, alguien compensará el desequilibrio de su familia a través de una enfermedad, perturbando su desarrollo personal.
Por ejemplo : puede suceder que un hijo adopte actitudes de un familar al que le haya sido negado este derecho. El antepasado no dice: "Ahora te transfiero mi sentimiento para que vos sufras en mi nombre", ni tampoco el hijo o nieto que reaviva su destino le dice: "Ahora tomo tu dolor y me hago cargo de lo tuyo", es algo inconsciente. Se trata de una necesidad de la conciencia familiar (que contiene a cada uno de los miembros) que se ocupa de reivindicar el lugar de alguien en la red si es olvidado, para restablecer el equilibrio del sistema.
El post-génito que lo recuerda es un inocente que se sacrifica por lealtad a su familia, de esta manera la conciencia familiar se alivia.
Así es como un hijo por amor ciego soporta cargas que le dificultarán su vida de adulto. A menos que se ordene esto, quedará implicado.
La terapia Constelaciones Familiares propone un espacio de reconciliación y sanación para estos conflictos, por ejemplo:
Un hijo puede decirle al familiar con el que se halla ligado: “Te veo y reconozco, acepto tu destino y lo dejo con vos.”
Es un decir desde el corazón a esta persona (aunque no esté viva en la actualidad) y esto se hace para ordenar el vínculo y cortar la identificación que produce el síntoma.
Hay salud si cada uno ocupa el lugar que le corresponde en el sistema. Cuando una persona logra trascender los asuntos irresueltos
de sus ancestros, se libera de las ataduras del pasado y puede continuar su vida fortalecido hacia un futuro mas próspero.
